Ya en la filosofía clásica se utilizaba la cera para hablar de la creación de la personalidad haciendo una metáfora con una plancha de cera, en ella se iban sellando todas aquellas experiencias de la vida, la marca de cada sello profundizaba mas o menos y todo su conjunto moldeaba la plancha.
Pero no es la memoria la que moldea definitivamente al individuo, es la reflexión sobre eso que hemos aprendido lo que nos hace aprender de ello.
En esta animación se habla del moldeo final donde el individuo actúa sobre el recuerdo.
La subjetividad del individuo condiciona el mundo, ya que "yo soy el que ve el mundo y el mundo es lo visto por mi" decía Ortega y Gasset.
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